Bienvenidos a esta entrada sobre depuración de aguas residuales provenientes de la fabricación de papel.
El papel es uno de los materiales más utilizados en nuestros días. Se calcula que un tercio de toda la madera procesada del planeta se destina a la fabricación de papel. Producido por las industrias papeleras, su importancia se ha mantenido a pesar de la incorporación a nuestras vidas de las nuevas tecnologías.
Lo que conocemos como papel consiste en un entramado de fibras de origen vegetal, por lo que posee un elevado contenido en celulosa. Para su producción final, debe de pasar por varios procesos y tratamientos muy específicos, en los que el elemento primordial de transformación es el agua.
Sin agua no hay papel
El agua es un elemento imprescindible en diferentes momentos del proceso de producción. Debido a la relevancia que tiene el agua en todo este procedimiento, resulta muy importante poder gestionar este recurso de la manera más eficiente posible, para evitar que se desperdicie y que, como consecuencia, se incrementen los costes de producción.
En el proceso de fabricación de papel el agua cumple distintas funciones dentro de todo el sistema de procesado, pues no solo interviene el proceso de producción sino también como medio de transporte de las fibras que terminarán formando el papel.
¿Cómo es el proceso de fabricación del papel?
El proceso para la fabricación de papel empieza con la separación de la celulosa del resto de sustancias que componen las fibras vegetales (lignina, aceites y resinas). La extracción de las fibras de celulosa se obtienen bien moliendo la madera de forma mecánica o sometiendola a un tratamiento químico que separa las fibras de celulosa del resto.
De esta forma se obtiene una pasta de celulosa, que se somete seguidamente a un proceso de blanqueo, aplicando diferentes compuestos químicos (peróxido de hidrógeno o dióxido de cloro, por ejemplo).
Finalmente, la mezcla de pulpa y diferentes aditivos incorporados en procesos anteriores se extiende sobre un soporte metálico y se deja secar, obteniéndose de esta forma el papel. En el caso del papel empleado para escritura o impresión, se alisa su superficie también.
¿Cómo tratar las aguas residuales provenientes de este proceso?
Las aguas residuales de la industria papelera son principalmente aguas residuales con un alto contenido orgánico. Contienen lignina, álcali residual, sulfuro, cloruro y otros contaminantes.
Cómo indicamos con anterioridad, todos estos procesos emplean grandes cantidades de agua depurada de gran calidad. Durante los diferentes tratamientos aplicados, este agua se contamina con una elevada cantidad de impurezas, dando como resultado un líquido efluente que no es apto ni para ser vertido al exterior ni para ser reutilizado.
Para evitar el impacto ambiental que supondría el vertido de todos estos efluentes al medio ambiente y reducir el consumo de agua, las empresas papeleras emplean sistemas de depuración de las aguas para su posterior reutilización dentro de las fábricas, en un ciclo cerrado donde se aprovecha las aguas residuales ya purificadas.
Producción de pasta y papel
La producción de pasta y papel requiere de grandes cantidades de agua en numerosas etapas del proceso productivo, por lo que incorporar tecnologías de tratamiento de aguas residuales en la cadena de producción hace posible que una misma corriente de agua pueda ser reutilizada en la misma etapa del proceso, o que pueda ser enviada y aprovechada en otra etapa.
El sistema de depuración de estas aguas debe pasar por diferentes procesos, que dependiendo del tipo de contaminantes y de la calidad del agua tratada, pueden ser más o menos numeroso
Tratamiento de los residuos
Un proceso completo de tratamientos de los efluentes residuales comienza por una homogeneización y decantación, que separe los sólidos en suspensión de mayor tamaño. Seguidamente, se somete a reacciones oxidativas para eliminar aquellas moléculas orgánicas de mayor tamaño, como paso previo al tratamiento biológico anaeróbico.
Fases del proceso
La depuración pasa a una fase de filtrado, mediante filtros de arena y membranas de ultrafiltrado. Finalmente, se provoca una ósmosis inversa, lo que completa el proceso de depuración del agua y la hace apta para su reutilización.
Los restos materiales que quedan por el camino suelen también someterse por un procedimiento de evaporación al vacío, para reducir su volumen y recuperar de esta forma toda el agua que aún quedase en el concentrado.
Todos estos residuos sobrantes terminan siendo incinerados, junto a los restos de corteza de árboles, serrín, etc que se generan en la preparación inicial de la madera.
De esta forma, el calor generado por la quema en la caldera se aprovecha como combustible para la obtención de energía que se recircula para ser utilizada en cada una de las fases de producción del papel,
Gracias a estos sistemas de filtrado y depuración de las aguas residuales, se recupera la mayor parte del agua empleada en el proceso y se genera una cantidad mínima de residuo a gestionar externamente.
Aprovechamiento energético
Además, energéticamente se producen interesantes confluencias entre las diferentes fases y procesos de fabricación y producción, lo que influye positivamente no solo en un mayor ahorro de costes productivos, sino que también se dispone de un sistema de gestión ambiental muy sostenible.
Es interesante destacar que la implementación de un sistema de recuperación de aguas residuales suele ser más complejo cuanto mayor es la contaminación de los efluentes.
Para garantizar el éxito de la implantación es fundamental introducir en el proceso de fabricación de papel y pulpa todas las mejoras posibles que permitan generar menos compuestos contaminantes.
La mejor manera de tratar y depurar las aguas residuales industriales
Cómo hemos indicado a lo largo de este artículo, el tratamiento y depuración de las aguas residuales no solo nos permiten colaborar en la conservación de un medio ambiente más sano, sino que nos permiten optimizar los recursos empleados en todos los procesos de producción industriales. Además, el reaprovechamiento de las aguas utilizadas durante estos procesos repercuten de manera positiva en un mayor ahorro tanto de energía como de activos.
En CP Ibérica somos especialistas en el diseño y proyección de plantas depuradoras y sistemas de reutilización de aguas residuales en el sector industrial. Es por eso que podemos ayudarle a que el rendimiento del agua que utiliza en sus procesos productivos sea más eficiente y más barata. No dude en contactar con nosotros para cualquier consulta al respecto.
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